viernes, 19 de noviembre de 2021

Cosmovisión número 4

 Vamos un paso a la vez, para que sea algo comprensible.


1.- Si cierras los ojos y te sientas en un lugar tranquilo, posiblemente puedas recordar la primera casa en que viviste. En un segundo, puedes escapar de ese recuerdo, y recordar cómo se veía tu desayuno esta mañana (y cómo sabía). Un momento después, puedes recordar la Navidad de hace cinco años; puedes evocar los olores, los sabores, y cómo te sentías. Probablemente puedes hacerlo. Mucha gente puede. Puedes recordar muchísimas cosas de tu pasado, en diferentes lugares y tiempos, y puedes moverte entre esos recuerdos con enorme velocidad. No requieres tiempo para cambiar de tiempo y de espacio, en tus recuerdos.

Tienes tres limitantes importantes: no puedes recordar todo tu pasado, no puedes recordar con todo detalle, y no puedes recordar el futuro. 

Por eso, vamos a avanzar un paso.


2.-Imagina que pudieras recordar todos los detalles de todo tu pasado. Es decir, que pudieras cerrar los ojos y evocar colores, formas, sabores, olores, sonidos, sensaciones físicas, palabras, sucesos, TODO, con máximo detalle, de cada momento de tu vida. Dicen que algunas personas pueden hacerlo. Si fuera así, cerrar los ojos y recordar sería equivalente, en tu experiencia personal, a estar otra vez ahí, con la ventaja de que podrías ir de cualquier momento y lugar a cualquier otro momento y lugar de tu pasado. Sería una experiencia equivalente a poder viajar en el tiempo y en el espacio a una velocidad total, sin tiempos de espera. Tienes dos limitantes importantes: no puedes recordar tu futuro, y no puedes recordar la vida de otras personas. Todo el tiempo y el espacio que puedes recorrer están circunscritos a los tiempos y espacios en que viviste. Como un gusano de tierra, que sólo puede seguir los túneles ya trazados. 

Por eso, vamos a avanzar un paso.


3.- Imagina que pudieras recordar absolutamente todos los detalles sensoriales de tu vida. No sólo tu pasado, sino también tu futuro. Tendrías una conciencia total sobre ti mismo, y cerrar los ojos y recordar sería igual a poder vivir tu vida en cualquier orden, a poder estar en cualquiera de los lugares en que estuviste o en que estarás, y en cualquiera de los tiempos en que estuviste o estarás. Dicen que algunos grandes maestros de la conciencia lo hacen (o lo hacían, o lo harán). No estoy seguro. Tienes una limitante importante: no puedes experimentar ni conocer nada que no hayas experimentado o conocido durante tu pasado y tu futuro, ni en cuanto a lugares, ni en cuanto a tiempos. No puedes saber cómo fue la guerra de Troya, ni cómo fue la vida familiar de tu vecino. 

Por eso, vamos a avanzar un paso.


4.- Imagina que pudieras recordar absolutamente todos los detalles sensoriales de la vida de todas las personas que han existido. Al cerrar los ojos y evocar, tendrías una conciencia total de la humanidad presente, pasada y futura. Sabrías todo lo que sabe cada ser humano que ha existido y que existirá. Podrías recorrer cualquier momento de la historia humana, y de su prehistoria, y para ti la vida humana sería como el museo más inmenso, con todas las historias que nos hemos contado desde que somos personas. Tienes una limitante importante: no puedes saber cómo se siente estar en algún lugar o en algún momento en que no haya habido humanos. No puedes saber cómo se sentía una selva con dinosaurios, ni cómo se sentía una escoba dentro de tu sótano durante los 20 años que nadie entró ahí.

Por eso, vamos a avanzar un paso.


5.- Imagina que pudieras tener la conciencia de todo lo que ha habido en el universo. Que pudieras trasladarte con tu recuerdo a cualquier lugar y momento desde que el big bang liberó toda la energía y toda la materia que conocemos, hasta el momento en que una última brizna de calor despida todo y deje sólo un frío absoluto sin materia. Cerrar los ojos y recordar sería contener el universo, y no necesitar transporte para viajar instantáneamente a cualquier lugar, a cualquier tiempo. Saber todo lo que fue, y lo que será. En la pequeña esfera de luz que llamamos universo observable.


¿Qué tal que esa fuera la meta final de tener conciencia?

Tenemos algunos chispazos de diferentes niveles: podemos mandar un mensaje reconfortante, y así, estar junto a un ser querido que se encuentra físicamente del otro lado del mundo. Podemos ver fotos y video de lo que éramos y lo que hacíamos hace muchos años. Podemos escuchar las historias que vivieron otras personas, e imaginar cómo sería estar en su situación. Podemos imaginar cómo era nadar entre trilobites en un mar antiguo, durante el periodo Devónico.

Pero sólo son chispazos. Tal vez podamos aumentar nuestra conciencia poco a poco. Muchos artefactos científicos y tecnológicos nos auxilian en esto. Los libros, Internet, las fotografías, las películas, la lenta y paciente exploración del pasado remoto y del espacio lejano.

Tal vez la meta es lograr conciencia de todo lo que está dentro de nuestro horizonte de sucesos. 

¿Y después? ¿Si lo logramos en 5 millones de años o más, qué sigue después?

Descubrir qué hay más allá de nuestra esfera de luz. Como siempre hemos hecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario