domingo, 2 de abril de 2017

Documentando el nuevo Renacimiento


Como sabes, Renacimiento es el nombre que recibe el amplio movimiento cultural, artístico, científico y humanista que se dio en Europa entre los siglos XV y XVI. Al menos, eso dice la Wikipedia.

Cada vez más seguido me encuentro manifestaciones culturales que aprovechan la globalización y que me emocionan. Varias veces me he dicho ¡Esto es un nuevo Renacimiento! ¡Yo debería contar sobre estas cosas en mi blog, como testigo privilegiado de esta era! (así me siento).

Pero luego lo dejaba y no escribía al respecto. Hoy volví a decirme ¡Esto es un nuevo Renacimiento, soy privilegiado! y decidí dejar constancia de lo que vi. Tal vez escriba varias veces sobre cosas que me emocionen sobre este tema, y vaya documentando lo que para mí es una época en la que todo el conocimiento, toda la belleza artística, todas las posibilidades de colaborar para desarrollar algo nuevo, están a la mano de millones de personas.

Te cuento el caso de hoy:

Wintergatan es el nombre que utilizan dos músicos suecos sumamente experimentales. Hace tiempo vi por casualidad un video en el que construyeron una máquina para hacer música, utilizando 2000 canicas de metal en un mecanismo al que había que dar cuerda a mano, mientras sonaba la música. El video me gustó muchísimo. La música y el mecanismo eran interesantes, y ver a Martin Molin (un integrante del grupo) accionar la máquina, por momentos agobiado, por momentos feliz me pareció conmovedor. El video en cuestión presenta la canción Marble Machine, y lo pongo abajo:



Y hoy, me encontré una cosa todavía más interesante. Justo un año despúes de la publicación del video de arriba, los Wintergatan reunieron una serie de videos con covers de Marble Machine e hicieron un collage de versiones, buenísimo. Es muy interesante ver cómo hay desde versiones para bailar en antros de electrónica, hasta versiones adaptadas para orquestas escolares. Desde versiones rockeras con guitarra eléctrica llena de efectos de pedal hasta versiones preprogramadas con discos duros, con máquinas de relés, un baterista solitario, versiones tipo video juego de 8 bits... una enorme variedad. 

Documentando la globalización de Marble machine, su abrazo a la diversidad:



Posiblemente no todas las versiones te gusten (incluso, tal vez ninguna). A mí, muchas. Y me emociona que el trabajo creativo tenga el potencial de explotar así.

Este es el futuro que me habían prometido en los 80.