domingo, 17 de octubre de 2010

Una carta.

Querido Nube azul:
Querida Ríe y transforma:
Querida Baila con el corazón:
Este día los dejo por un tiempo, los dejo con pesar en mi corazón, porque ustedes le dan sentido a lo que hago, y llenan mis días de ternura. Tengo que ir a hablar con gente de otra tribu, una tribu lejana, más allá de las montañas altas. Es gente que quiere saber qué hacemos aquí, qué creemos aquí, qué entendemos y qué nos falta entender. Yo también quiero saber qué entienden, que saben, qué creen.
Me voy por muchas horas, muchos días, tal vez demasiados. A veces me pregunto por qué voy allá, lejos. ¿No podemos estar juntos siempre, olvidar lo que hay detrás de las montañas, solo reír, y comer, y contar historias, juntos?
No podemos. No debemos. Creo sinceramente que es lo mejor para todos que pongamos nuestro rostro y corazón en una bandeja, y la presentemos a los amigos lejanos. Ellos también pondrán su rostro y corazón, y nos los mostrarán. Y entonces los entenderemos, y seremos más sabios.
Me llena de tristeza alejarme de ustedes, tan pequeños y felices, tan atentos a lo que digo y hago para ustedes.
Tan amados.
Pero uno se reúne con los amigos de otras tribus con la esperanza de, juntos, ser mejores, dar mejores cosas a ustedes, que hoy reciben y mañana darán.
Tal vez más adelante ustedes visiten otras tribus, busquen ser mejores y traer conocimiento precioso, y yo sea el que espere, cuidando nuestra fogata.
Pronto volveré, si el gran espíritu así lo quiere, y entonces trataré de repartir lo que nos dan nuestros hermanos lejanos. Ya quiero estar de vuelta y mirar los ojitos de Baila con el corazón, escuchar las canciones de Ríe y transforma, conocer las aventuras de mi noble Nube azul.
Dice Ríe y transforma que, si puedo, le traiga algo. Pero que prefiere que vuelva, aunque no le traiga nada. Luego razona que, si no vuelvo, no podría traer nada, de todos modos, y se ríe.
Yo voy a hacer todo lo mejor que puedo y sé, y luego voy a volver. Y el camino de vuelta a casa será el más luminoso, como siempre.
Mi mejor parte se queda con ustedes, siempre suyo,
Perro sin raza.