domingo, 7 de febrero de 2010

Malvivientes al teléfono

Es molesto. En menos de una hora, he recibido tres llamadas telefónicas que considero muy probablemente intentos de sacarme datos por teléfono.

En la llamada uno, una voz que parecía de una mujer mayor, preguntaba, algo afligida, si yo le había llamado desde este número, porque ella había recibido una llamada de este número. Por si sí, por si no, mi respuesta fue decirle que nadie había llamado a ningún lugar desde mi número desde hacía mucho tiempo, y ya.

En la llamada número dos, una voz que parecía pertenecer a un joven analítico buscando dónde vivir, preguntó eficientemente por el inmueble que yo vendo. Sólo expliqué, sin dar absolutamente ningún dato, que yo no vendo ningún inmueble.

En la llamada tres, hubo una decisión por jugar una carta más fuerte: una voz de ranchero broncudo y poco tolerante me dijo que cómo andaba, que ya había llegado el plazo, y que había qué pagar. como no lo contradije, sino que sólo le dije que así era, me mencionó que tendría que hablar con el Fito para que me pusiera en su lista. Pos sí, ni hablar, ya qué, le dije. Y colgó.

Ahora ¿estaré en una lista? ¿o todos los malvivientes dedican su domingo en la tarde a llamar todo lo que pueden, para tener "trabajo" extorsionando por teléfono el resto de la semana?

Una de las primeras cosas que hay que hacer, dados los hechos, es enseñar a los niños a nunca nunca decir quién son ni dar ningún dato a menos que sepan perfectamente con quién están hablando. Aunque, vistas las cosas, yo creo que más bien voy a decirles a los míos que acerquen el teléfono a un adulto, pero que no contesten ellos.

Me parece duro que la mala gente vaya llenando cada vez espacios, resquicios más pequeños... ¡hasta por esta razón hace falta que la educación mejore en las sociedades! para que sea más difícil engañar y por lo tanto, sea más redituable tener una vida honesta.

1 comentario:

  1. Una práctica muy de moda en Latinoamérica y no sé con qué intención. La última es llamar a a tu casa cuando suponen que el señor y la señora no están. Decirle a tu empleada, hermana, madre o a los niños (quien sea que quede en casa) que te van a enviar la tarjeta de crédito que solicitaste, antes de las 6:00 pm y que necesitan verificar tu dirección y demás datos. Hay que advertirles a los chamacos, doctor, que cierren la boca. En estos tiempos no es del todo malo vivir con miedo. "Seguro mató a confiado"

    ResponderEliminar