lunes, 8 de febrero de 2010

Puentes

Leer un libro es un esfuerzo. Por una parte, hay que darse tiempo para ello, quitar otras actividades de ese tiempo, ser constantes. Por otra, la decodificación de letras, la extracción de significados y el automonitoreo para entender, regresarse, hacer hipótesis, ligar hechos y personajes, también tiene su dificultad.

Ahora, no digamos el que escribe el libro. Hace también un esfuerzo, mayor, que ni siquiera alcanzo a visualizar en conjunto.

¿Por qué se esfuerzan tanto?

Me gusta pensar que el autor se esfuerza porque quiere dar un mensaje al lector, y el lector, porque quiere recibirlo.

Así que los actos complementarios de escritura - lectura, pudieran considerarse nomás un puente, creado con esfuerzo, entre dos personas que quieren conocerse de algún modo.

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