viernes, 26 de febrero de 2010

El Gunds no se fue.

Hace casi 30 años, el Gunds y yo nos conocimos en la secundaria. Una de las primeras cosas que recuerdo que obtuve del muy enriquecedor contacto que tuvimos desde entonces, fue que me presentó la obra de Julio Cortázar. Creo recordar que es en viaje al día en 80 mundos que viene una especie de ejercicio en que el autor, narrando en primera persona, abstrae todo, menos un elemento del paisaje. Digamos, la sonrisa de una persona, que flota por ahí, puesto que lo demás fue imaginariamente disuelto (Gunds seguramente recuerda la cita exacta).
Un ejercicio favorito, desde entonces, que aún en estos tiempos llego a hacer, es abstraer a la gente en el vagón del metro, excepto la mano con que se agarran al tubo, abstraer el metro y el tubo también, y quedarme sólo con manos viajando a 80 km por hora en la oscuridad de un tunel...
Pero divago. Gunds me ha presentado a muchos autores de libros maravillosos, me presentó con SPIN (mi primera comunidad virtual, en 1993 y creo que una de las primeras en México), me ha presentado muy buenos amigos.
Un día, me tocó presentarle el Magic, y a ambos nos gustó mucho jugar ese juego juntos. Nos reuníamos, normalmente en su casa, y ante un buen café que él sabía preparar muy bien, nos poníamos a jugar. El juego era la mitad del asunto, y la otra mitad era 80 % mental (parodiando a Yogi Berra).

Ahora, me dicen que el Gunds ya no está. Que se fue a Ecuador. Pero yo creo que me están inventando cuentos chinos; como Cortazar me enseñó hace tanto tiempo, he abstraído de Gunds el juego del magic y la conversación inteligente. Y esas dos cosas las sigo teniendo... de hecho, en este momento están sucediendo, así que ya dejo esto y me voy a conjurar una bestia pateka gigante 6/6 para ganarle una partida más.

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