En todo caso, lo que yo en realidad quería mostrar es que mis pequeños artistas imitaron muchos de los detalles de la ilustración original, y agregaron otros de su cosecha. Como esos no tienen copyright, te los presento a conttinuación:
La versión de Pablo. Me gustaron especialmente el letrero de la casa del lobo, el lomo del pajarraco que está encima, y los árboles.
La versión de Tania. Me gustaron especialmente la cara y expresión cómica del lobo, la manera en que cuelgan sus brazos, y también el pajarraco sobre el letrero.
La versión de Ana Karen. Me gustó mucho el arbusto, los corazones y... ¡la carita con que me lo vino a mostar!
¿Verdad que todos son hermosos?
Heredaron el talento de su abuelo y de su tío Peter. Tres artistas, doctor!!! Ahora sí que ya no necesitará jamás buscar quien le ilustre sus escritos. Todo quedará en familia. Me gustó mucho el de Ana Karen.
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