Tengo muy mala memoria ecoica y episódica. Básicamente, eso significa que no retengo los hechos como sucedieron, si no tienen una significancia específica en mi sistema de conocimientos. Por poner un ejemplo, no recuerdo dónde o cómo fueron las bodas de mis hermanas (aunque sé que fui a las tres). Otro ejemplo: me costó un esfuerzo endemoniado aprenderme las tablas de multiplicar en primaria, y aún ahora, la del 7 no me la sé, sino que la construyo cada vez que la necesito.
Tener una memoria así de mala en esos aspectos, tiene muchas desventajas (sobre todo, sociales... por ejemplo, veremos si mis hermanas no me reclaman por esta entrada de blog). También tiene unas poquitas ventajas:
- Me maravillan cosas que supuestamente ya sabía, cuando me las cuentan.
- Algunas ideas por las que ya pasé, al escucharlas de nuevo (pero como si fueran nuevas para mí) me dan doble chance de valorarlas desde cero. A veces mis dos opiniones coinciden (lo cual las refuerza) y otras, difieren. En estos casos, soy más prudente para evaluar con más cuidado esas ideas en su segunda vuelta.
-Estoy obligado a conocerme muy bien, para poder reconstruir mi conducta en el pasado. Si alguien me dice "nos vimos en el antro tal, mientras contabas un chiste de excusados", sé que miente, pero no porque lo recuerde distinto. Si me dice "nos vimos en la casa de un nerd, y contabas un chiste de monjas" la historia es totalmente verosímil.
Pero pero, por supuesto que voy a reclamar, ¿qué te piensas jijo del maiz?!!! Mi boda fue en la MM y la fiesta en un jardín muy bonito y fue el día más soleado de todo el año!!! Burris, jajaja. Besos
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