domingo, 17 de enero de 2010

Múltiple

Con el apuro de terminar un informe, reconozco al mismo tiempo algunas ideas lúdicas: quisiera estar jugando un juego de video. Al fondo, está el tapiz de mi hambre, que me recuerda que soy tan biológico como la hermana planta, o el hermano chimpancé. Están constantemente taladrando algunos recuerdos, algunos incluso inventados, recuerdos de lo que no fue. Hay imágenes de fantasías y realidades bellas. Rajaduras en mi sistema cardíaco y luces en mi cerebro.

Hoy me reconozco uno y múltiple. Al menos en este momento, siento que comprendo a Walt Withman. Entender que no todas las voces que gritan dentro de mí gritan lo mismo, ni quieren lo mismo, me permite ser más flexible conmigo mismo. No buscar a fuerzas la coherencia interna, sino sólo en aquello que lo requiere porque yo así lo decido.

Incluso puedo permitirme escribir esta entrada de blog tan dispersa.

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