lunes, 26 de septiembre de 2011

Licencia de uso

Casi todas las cosas que circulan por los mundos 1.0 y 2.0 tienen una licencia de uso. Me parece maravillosa la siguiente licencia, vista en el sitio de Los León, y traducida por el gran Gunds Elf:

El acuerdo de licencia para el libro de texto "Introducción a la Comunicación de Datos" de Eugene Blanchard, 2007:

Desde la revision 2.0 este libro tiene el siguiente acuerdo de licencia. A usted se le permite usarlo, verlo, modificarlo sin permiso del autor Eugene Blanchard, siempre y cuando usted se comprometa a lo siguiente:

* Usted tratará de ser una mejor persona hoy que ayer
* Usted ejercitará tanto su cuerpo como su mente
* Usted le dirá que las ama a las personas que le son queridas
* Usted defenderá los derechos de aquellos que no son capaces de defenderse por si mismos
* Usted no lastimará a los miembros de su familia, ni física ni emocionalmente
* Usted respetará a sus mayores y los cuidará en su momento de necesidad.
* Usted respetará los derechos de otros a creer en su propia religión
* Usted respetará los derechos de otros a tener su propia orientación sexual
* Usted mantendrá que todo hombre, mujer y niño tiene derecho a estar aquí y que todos son iguales sin importar su raza, credo o color.
* Usted actuará con honorabilidad en todos los aspectos de su vida personal y de negocios.
* Usted mantendrá a su familia en primer lugar y con prioridad sobre todas las otras cosas en su vida.
* Usted admitirá haber cometido un error cuando la ocasión se presente y se compromete a repararlo.

Este libro está disponible en línea en la esperanza que sea útil, pero SIN NINGUNA GARANTÍA; incluso sin la garantía de UTILIDAD MERCANTIL o de ser APROPIADO PARA UN PROPÓSITO PARTICULAR

¿No sería maravilloso que muchas de las cosas que usamos a diario, pusieran estas condiciones para ser usadas?

Gund Elf dice haberlo visto en boingboing.net, original en learnat.sait.ab.ca

viernes, 23 de septiembre de 2011

Bellísima, nuestra madre Gea

Gran paseo que nos muestra la belleza de nuestro planeta, ensamblado a partir de fotos de la NASA.



Visto en el blog de Pipe Nui

martes, 20 de septiembre de 2011

Sobre los espinautas (2)

Hace 2 años sentí que la carga de trabajo que tenía era demasiada, más que demasiada. Y traté de simplificar mi vida al máximo para poder realizarla. Entre las cosas que en ese momento sentí que tenía que sacrificar, estaba el grupo PCM, que es en donde los espinautas se reúnen ahora. No me salí, simplemente, dejé que montañas de mensajes se acumularan en la carpeta PCM, sin revisarlos.


La cantidad de trabajo no ha disminuido, pero estoy un poco más organizado y sólo por eso me atreví hace poco a ir leyendo todos los correos de espinautas que no había revisado en 2 años. Empecé a leer desde el más reciente, al más antiguo.


Así, me enteré hace unos días que un entrañable compañero, Luis del Valle, ha muerto. Lamenté a solas lo que mis compañeros espinautas lamentaron todos juntos hace un año. Leí las cosas hermosas que algunos de ellos escribieron sobre Luis, y me hice nuevamente el propósito de intentar ser mejor cada día, para que algún día se puedan decir cosas parecidas sobre mí.


Luego, ayer por la mañana, nuevamente revisando el correo de PCM al revés, encontré el último mensaje de Luis para los espinautas. Era un correo sencillo, en que opinaba sobre la manera en que debe decirse algo, con modestia y mucho conocimiento de la regla gramatical. No fue una despedida concebida como tal. Sólo fue el último mensaje que escribió para el grupo, probablemente ni él lo sabía.


Decimos, en PCM, que probablemente somos la comunidad virtual más antigua de México que aún existe. No sé si sea cierto, pero de cualquier modo, es un privilegio ser un espinauta. Han pasado formatos de moda, de animación, de interacción, inteligencias artificiales, redes sociales con mecanismos ingeniosos...  y nosotros seguimos utilizando el simple correo electrónico dirigido a un grupo de personas, sólo para decir Hola. Yo soy y tú eres. Vamos a compartir.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Sobre los espinautas


The Grid.

A digital frontier.
I tried to picture clusters of information as they traveled through the computer.
What do they look like? Ships? Motorcycles?
With the circuits like freeways.
I kept dreaming of a world I thought I'd never see.

And then, one day... 
I got in!

Daft punk





Nunca he escrito sobre los espinautas en mi blog. Sí de alguno de ellos, o alguna idea inspirada en algo que ellos dijeron. Pero nunca los he presentado formalmente en sociedad.


Tal vez sólo yo les llamo espinautas. Algunos de ellos sabrán perdonar esta libertad que me tomo, otros me harán un comentario sarcástico al final de esta entrada, otros simplemente no me pelarán. De cualquier manera, tengo que llamarles como les llamo siempre en mi mente cuando pienso en ellos.


Conocí a los espinautas en 1993. Mi amigo Gonzalo me dijo que era posible conectarse a una red a través de la computadora, utilizando un módem, y que había comunidades invisibles a las que se accedía sólo por ese medio. Me convenció de comprar un kit de iniciación de SPIN, un servicio de BBS de la Ciudad de México. Digo mal, no era "un servicio", sino "El Servicio". A partir del primer día en SPIN quedé cautivado de todo lo que se podía hacer ahí.


Principalmente, discutir sobre cualquier tema que uno pudiera pensar, con gente inteligente, agradable, ingeniosa, bien intencionada (en general). 


En este punto, resisto a la tentación de describir algunos espinautas connotados, principalmente porque haría omisiones, y no quiero eso. Solo diré que me siento muy afortunado porque ahí conocí muchísimas personas que al día de hoy considero mis amigos.


Mira, en ese entonces yo sólo conocía uno o dos nerds como yo. Y de pronto me di cuenta de que 


¡No estamos solos!


Y que los temas que a mí me interesan no son tan estrafalarios como la mayor parte de la gente que conocía en la realidad real me hacía creer. 


He aprendido mucho de ellos a través de los años, y cuando SPIN dejó de existir, nos organizamos para saltar de medio y seguir. Los primeros días en que conocimos Internet, poco después, nos parecieron como salir de nuestro ciber-pueblito para entrar a la gran ciudad. Algunos nos perdimos por un tiempo. Algunos ya no aparecieron, o no quisieron seguir en el grupo.


Tengo algo más que decir en este momento sobre los espinautas, pero temo que si hago escritos muy largos, nadie los lea. También temo decirlo mal por el apresuramiento, porque me pesa un poco en  el corazón lo que quiero escribir. Probablemente, lo haga mañana.

martes, 13 de septiembre de 2011

Reescribiendo a Conan

Pasé con mis tres pequeños frente a un letrero de la película por estrenarse Conan el Bárbaro. El letrero era como éste:


Por hacerme el chistoso, les dije "Conan el BARBERO" y se suscitó el siguiente diálogo:

AK (6 años): ¿Qué es un barbero?

Papá: Un señor que corta el pelo, o las barbas.

Tania (9 años): ¡Se me hace que le cortó demasiado a esa señora! ¡La dejó pelona!

Pablo (11 años): En cambio, Conan lo tiene demasiado largo.

AK: La señorita de arriba se parece a la ayudante de Conny (la que le corta el pelo a mis hijas).

Tania: ¡Já! Se me hace que el viejito de la navaja le está gritando a Conan ¡Regresa! ¡Déjate cortar el pelo!

Y yo, maravillado de que puedan recrear, inventar, transformar realidades, con esa enorme facilidad que todos tuvimos de niños, y que algunos dejamos olvidada no sabemos bien dónde.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Cartas a mí mismo

Uno a veces no se da cuenta, pero se escribe cartas a sí mismo. Cuando uno escribe recordatorios en papelitos, o en su agenda, en realidad lo que está diciendo es "Querido yo: como sé que eres un tonto de capirote y luego no te acuerdas, te pongo aquí las cosas que tenemos que hacer". Yo me escribo de esa manera todo el tiempo. 


Otra manera de escribirse uno mismo, es a través de un diario. Probablemente esa manera es muy conocida, y para quienes tienen la disciplina de escribir diariamente, seguro es una intención muy clara desde el principio. Yo nunca he podido hacerlo.


Pero una tercera manera es a través de un blog. Sé que muchos escribimos en un blog pensando que es para que los demás lo lean, y seguro es así en primera instancia. Pero al paso del tiempo, cuando ya nadie revisa mis viejas entradas de blog, yo regreso, y las miro y me asombro: la mitad o más de ellas no recuerdo haberlas escrito, hasta que las leo. A veces me agrada cómo era yo hace un año, dos, tres. A veces me regaño, o me disgusta cómo era. Pero siempre es iluminador.


Este fin de semana, leí varias de mis entradas antiguas en este blog. Aunque no lo parezca, aunque yo creía que tenía sólo unas 10 cosas puestas aquí, la verdad es que ya son bastantitas, y varias me gustan mucho. Mi conclusión del fin de semana, es que debo tratar de volver a escribir más seguido. No porque tenga perlas de sabiduría, ni nada, sino por el gusto que me dará en 10 o 15 años volver a leer estas cosas, volver a recordar los viejos tiempos.


Los viejos tiempos que son aquí y ahora.