domingo, 6 de junio de 2010

Crecer

Cuando era niño, siempre que pasaban por el viejo puente, saltaba sobre él. Su papá le preguntó por qué, y el respondió que quería partirlo. Su papá le dijo que, cuando creciera, podría partirlo con facilidad.


Unos años después pasó por ahí de nuevo. Se dio cuenta de que el puente era frágil tras el paso del tiempo. Ahora él era fuerte y podría romperlo con facilidad. Pero también se dio cuenta de que el puente era útil. La cálida tarde lo encontró reparando el puente. 


-Es verdad -pensó- he crecido mucho.


Para Pablo.

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